El árbol como símbolo ha sido objeto de innumerables metáforas, de hecho se habla con frecuencia de "El árbol de la esperanza". En esta canción, su compositor y autor (música y letra), César García-Rincón de Castro, ha querido dar un paso más allá y afirmar que "La esperanza es un árbol", en un sentido ecológico. La deforestación a pasos agigantados que está sufriendo la Amazonia, y que se denuncia en redes sociales con el hastag #SOSAmazonas, nos da cuenta de la magnitud del problema, porque se trata de uno de los mayores pulmones de nuestro planeta. Si pensamos en el planeta tierra como en un ser humano, ese ser humano ahora mismo tendría limitada de forma importante y progresiva la capacidad respiratoria de uno de sus pulmones.
El poema / canción invita a reflexionar, de forma metafórica sobre algunas consecuencias y causas de la destrucción de nuestro capital ecológico vegetal, como las riadas de barro cuando ya no hay árboles que sujeten la tierra "con sus manos" (raíces), los incendios forestales (muchos de ellos intencionados), el consumo desmedido de alimentos, madera, papel y otros derivados de los bosques, etc. Pero siempre hay esperanza mientras seamos capaces de despertar en la humanidad, sobre todo en los más pequeños y en las jóvenes generaciones, el amor por la naturaleza, del que surge el respeto por la misma: no bastan unas cuantas normas y conductas ecológicas, si no hay amor a la Madre Tierra, no surgirá el verdadero respeto y defensa de la misma. También la canción invita a sembrar y repoblar en las cenizas, tanto las reales como las metafóricas, de ese fuego que nos empuja ardientemente a devorarlo todo, a consumir sin parar, a arrasar con todas las ofertas de cosas y servicios que, en realidad, muchas veces, no necesitamos realmente. La naturaleza es sabia, sabe adaptarse al fin y al cabo, nos enseña muchas cosas, y debemos aprovechar esa sabiduría, aprender de ella para cuidarla y para disfrutarla "sabiamente", desde una filosofía del buen vivir.
Y en este árbol cabemos todos y todas, caben todas las ideas diversas que comparten el cuidado de nuestra Madre Tierra, las que cultivan la paz en cada guerra: pero las ideas contrarias al cuidado, a la ecología y a la paz entre los seres humanos, es decir, la mayoría de las fake news de hoy en día, no caben en este árbol, son plagas y tóxicos que deben ser deconstruidas, desmontadas y recicladas con la inteligencia y el juicio sabio de la verdad.